El pasado 4 de julio se celebró en el Instituto de Salud Carlos III, en el campus de Chamartín, y dentro del marco de la Plataforma Nacional de I+D en Protección Radiológica (PEPRI), la primera jornada presencial de trabajo en torno a las radiaciones no ionizantes (RNI), una de las once áreas temáticas PEPRI. Organizada por el Centro Nacional de Sanidad Ambiental (CNSA), la jornada fue presentada por su directora, Ana Cañas Portilla, estando la apertura de la misma a cargo de Elvira Romera, presidenta de PEPRI.
El encuentro, celebrado en formato híbrido, se organizó en tres sesiones, teniendo la primera de ellas como principal objetivo establecer como punto de partida el escenario científico nacional e internacional en dicha materia y buscar sinergias dentro del grupo de trabajo. Esta sesión contó con las aportaciones sobre el grupo de trabajo en RNI de PEPRI, por parte de su coordinadora Arancha Sanchis Otero (CNSA), el proyecto internacional GOLIAT coordinado por Mónica Guxens (ISGlobal de Barcelona), el proyecto nacional EMERGE 5G coordinado por Conchi García Pardo (iTEAM, Universidad Politécnica de Valencia), además de algunos de los más recientes estudios de medidas ambientales de RNI realizados en Cáceres por parte del grupo de Jesús Manuel Paniagua (Universidad de Extremadura). También tuvo cabida el importante papel que desempeña en este terreno la formación, la comunicación y la gestión de la percepción del riesgo, al contar con Alberto Nájera López como representante del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), y con Roser Sala Escarrabill (CIEMAT), coordinadora del grupo de trabajo de aspectos sociales en PEPRI, y su experiencia para trabajar los aspectos psicológicos y sociales relacionados con los riesgos ambientales.
En la segunda sesión sesión fueron las empresas del sector y los representantes de ministerios los que presentaron sus necesidades y retos futuros, para proteger a la ciudadanía frente a la RNI. Todas las contribuciones incidieron sobre el cumplimiento de los límites establecidos para la protección sanitaria de la población frente a campos de radiofrecuencias, presentado valores registrados muy por debajo de los máximos permitidos. Concha Muro Lupori (Telefónica), Adrián Nogales Escudero (Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, COIT), Francisco Vargas Macos (Ministerio de Sanidad) y Amara González Martínez (Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico), coincidieron en resaltar la importancia de la investigación científica de calidad y de la evidencia científica que, a día de hoy, no tiene indicios para señalar a la radiación no ionizante como un agente ambiental de riesgo. No obstante, siguen siendo escasos los estudios sobre el 5G en la banda de frecuencias más altas, mientras que se trabaja para establecer un marco estatal legislativo en relación con los niveles de campo eléctrico y magnético de bajas frecuencias, generados por la red de transporte y distribución de la energía eléctrica. Iniciativas como el Plan Estratégico de Salud y Medioambiente (PESMA, 2022-2026) recogen líneas de actuación relacionadas con los campos electromagnéticos en este sentido.
La tercera y última sesión fue para la mesa redonda, que giró en torno a posibles herramientas de colaboración, formación de consorcios, búsqueda de posibles vías de financiación y, en definitiva, de medios para seguir vigilando y midiendo la exposición a la radiación no ionizante y estudiando sus posibles efectos en la salud. Elvira Romera clausuró este foro de encuentro entre los actores principales de la actividad nacional sobre RNI, animándolos, como consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), a considerar a modo de ejemplo los medios empleados por el CSN en relación con la radiación ionizante, tanto para proteger a la población y al medio ambiente, como para mejorar la comunicación y la transparencia de cara a la sociedad.